El tratamiento de arrugas con toxina botulínica consiste en la aplicación de una pequeñísima cantidad de esta en la musculatura facial, con el objetivo de relajarla (no paralizarla) y evitar la formación de las arrugas, que se forman con los gestos faciales. El resultado es un rostro con un aspecto equilibrado, relajado y más juvenil.
Cualquier persona que desee atenuar las arrugas de su rostro. Las arrugas superficiales son las que presentan un mayor grado de mejora. Por su parte, las profundas se verán suavizadas pero no desaparecerán por completo, ya que al existir rotura dérmica profunda se necesitará la utilización de un relleno como el ácido hialurónico para hacerlas desaparecer por completo.
El Dr. Jaime Ospina es cirujano plástico, reconstructivo y estético, lo que implica un buen conocimiento anatómico de las estructuras faciales, aportando mayor seguridad y sentido de la estética a la hora de aplicar el tratamiento.
Solicita asesoramiento espercializado si necesitas resolver alguna duda o quieres llevar a cabo tu tratamiento
Hospitales Universitarios San Roque pone a tu disposición un equipo de profesionales que atenderán todas tus consultas