Son crecimientos anormales del tejido cutáneo, que crean formaciones inestéticas en la cara. Es importante diferenciar las que son malignas y acarrean riesgo para el paciente (ver sección del cáncer cutáneo) de las benignas, que solo tienen una implicación estética. Dichas lesiones, pueden ser nevus sobreelevados, fibromas blandos, dermatofibromas, xantelasmas que son acúmulos de colesterol, etc.
Si el paciente presenta una lesión en la piel que cumpla cualquiera de los criterios ABCDE: A – Asimetría B – Bordes irregulares C – Color con distintos tonos en la misma lesión D – Diámetro mayor de 6 mm E – Evolución durante el último tiempo, creciendo o sangrando. Ante cualquiera de estos signos, hay que realizar una exploración física médica. Por el otro lado, si se trata de una lesión molesta, que esté en una zona de roce o que simplemente genere una alteración estética, también se puede quitar sin que ello implique un riesgo para tu salud.
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